Ir al contenido principal

Desgracia


Cuando leí por primera vez desgracia me pareció un poco lenta, pero ahora que la he vuelto a leer me pareció buena y no es lenta, sino que el autor (J.M. Coetzee) delimita los momentos más importantes de la historia. Según la contratapa, “Desgracia” fue “galardonada en 1999 con el más prestigioso premio literario que se concede en el Reino Unido, el Premio Booker, Desgracia es considerada por muchos como la obra maestra de J.M. Coetzee hasta la fecha. Novela sobre la nueva Sudáfrica y retrato de una sociedad en estado de violenta metamorfosis, esta obra aborda cuestiones políticas y personales con una hondura sólo al alcance de los más grandes...”


Sinopsis del Libro:

David Lurie tiene 52 años y es profesor adjunto de Comunicaciones en la Universidad Técnica de Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Está divorciado hace un par de años de su segunda esposa Rosalind y tiene una hija de veintitantos llamada Lucy que vive en una granja cerca de Grahamstown.

El personaje principal de Desgracia –David Lurie- tiene una vida rutinaria de la cual está harto. Todos los jueves va donde una prostituta ya algo madura llamada Soraya, eso le basta a él para estar bien, para salir un poco de la monotonía hasta que un día, David ve a Soraya en la calle y la sigue, trata de acercarse un poco más a ella, al parecer le ha tomado cariño. Sin embargo, Soraya no quiere eso, ya que ella tiene otra vida. Una vida más normal, sí así se le puede llamar.

Luego del incidente con Soraya, David se enreda en un nuevo affaire, esta vez con una alumna de no más de 20 años llamada Melanie Isaacs. Con ella tiene sexo. Sin embargo, Melanie a la hora de amar se muestra fría. Un día ella lo empieza a rechazar y se encuentra con que en la Universidad existe un reclamo por acoso interpuesto en contra de él. Este hecho produce un escándalo público, ya que la noticia de la denuncia se propaga inexplicablemente en la comunidad universitaria y en la población de Ciudad del Cabo. Como corolario de esta denuncia, David Lurie, se ve desempleado y sin otro proyecto que una ópera que preparaba acerca de Byron.

Producto de las circunstancias, David, decide pasar una temporada junto a su hija Lucy, en la granja que ella posee cerca de Grahamstown. Todo iba más o menos bien. Fue con su hija a vender flores el día sábado, aprehendió un poco a cuidar la tierra y a cuidar de los perros que Lucy -su hija- tenía a su cuidado a cambio de una paga.

Durante su estadía con Lucy, David Lurie ayuda a Bev Shaw en la clínica de atención animal de la cual ella está a cargo. Bev Shaw no es veterinaria, pero hay tareas que realiza, como por ejemplo aplicar la eutanasia a aquellos perros que nadie reclama. Viendo como Bev acaricia a los animales que luego va a asesinar, y que después él llevará a un horno para que los restos de los perros sean desintegrados, David entiende la “Desgracia” de los pobres animales que no saben que esa persona que los acaricia, luego los va a asesinar y que sus restos serán tratados sin ningún aprecio, sin ningún cariño. Piensa en que los perros nos tratan como dioses y nosotros los tratamos como cosas que cuando son muchas y no hay dónde arrojarlas, simplemente se les mata y se les quema.

Sin embargo, todo cambia cuando un día volvían Lucy y él de un paseo con los perros y ven que tres hombres están esperándolos en la casa. Uno de ellos pide el teléfono argumentando que de donde ellos vienen no hay teléfono y que lo necesitan para una emergencia. Lucy decide prestar el teléfono y los hombres la acompañan, pero esto, en definitiva se traduce en que la hija de David es brutalmente violada y él es encerrado en el baño, golpeado y quemado con alcohol en la cabeza, afortunadamente sus lesiones no son de gravedad.

Esta tragedia o “Desgracia”, crea un conflicto entre David y Lucy. Él quiere denunciar a los agresores e ir hasta las últimas consecuencias en búsqueda de justicia. Ella, sin embargo, prefiere dejar las cosas tal como están, ya que para Lucy en ese lugar del mundo en que ella vive es mejor no remover tanto las cosas. Finalmente, descubren que uno de los agresores, el menor, el aprendiz es pariente de Petrus, el vecino de color que por mucho tiempo ha ayudado a Lucy a trabajar y cuidar la granja y los perros (los cuales fueron todos asesinados por los violadores, salvo Katy la buldog), incluso, el mismo Petrus, en un tiempo pasado se hacía llamar el hombre perro.

En medio de este conflicto y en vista de que la relación con su hija es cada vez peor, David decide volver a Ciudad del Cabo. Ahí se da cuenta que las cosas ya no son como antes, hasta sus antiguos colegas de la universidad tratan de no hablar con él, de alguna forma se ha convertido en un paria.

David Lurie se entera que Melanie Isaacs está actuando en una obra de teatro y va a verla. Cuando está sentado en el público siente que le arrojan bolitas de papel en la cabeza. Es el novio de Melanie. El que en el pasado lo fue a amenazar en su oficina. El que fue a sus clases sólo para hostigarlo. David sale del teatro y se encuentra con el muchacho que le dice que se vaya, que Melanie no le quiere ver y que si lo viera le escupiría en la cara. David vuelve a su casa, está trabajando en la obra acerca de Byron que a estas alturas habla poco de Byron y más de Teresa – la amante italiana de Byron- que lo recuerda como su único gran amor, a pesar de que Byron ya ha muerto hace muchos años. David telefonea a Lucy, la siente extraña; así que inventa una excusa y la va a ver a la granja. Ella está embarazada de los violadores y el chico, pariente de Petrus podría ser el padre. David habla con Petrus quien propone casarse con Lucy, con lo cual –Petrus- va a ganar lo que ocultamente siempre había querido, según David, quedarse con las tierras de su hija. Lucy finalmente acepta la propuesta de matrimonio de Petrus, porque ella no desea abandonar esa granja como su padre le aconseja.

No les cuento el final.... por supuesto.

Se puede decir que hay tres momentos de “desgracia” en esta obra: primero el escándalo y escarnio público a que se ve enfrentado David Lurie; un segundo momento es cuando entiende la “desgracia” de aquellos animales que quieren tanto y que al final son tratados como basura y un tercer momento donde David tiene que lidiar la “desgracia” de su hija y las consecuencias que este hecho tiene en su relación padre-hija.

Por último. El título original de esta obra en ingles es “Disgrace” que en forma directa significa deshonra, tal vez ese habría sido un mejor título para esta obra, ya que el personaje principal se ve involucrado en tres momentos de deshonra más que desgracia, ya que ésta última viene a convertirse en una consecuencia de la primera. Además, del tenor del libro, se desprende cierta intencionalidad del autor hacia el concepto de deshonra como algo que nos hace volvernos hacia nosotros mismos y darnos cuenta de lo débiles y simples que en verdad somos.

Comentarios

  1. me tinco el libro
    igual es fuerte lo de la hija

    será
    quiza slo lea algun día


    saludos!


    pd.
    pensé que eran hongos
    pero no sé jajaja

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Angélica Sepúlveda: la mujer más odiada de Chile

En Canal 13 (www.canal13.cl) – para aquellos que no son de Chile-, transmiten un reality de época –supuestamente, ya que se ha ido degenerando un poco- llamado ‘1810’. En este reality hay una participante llamada ‘Angélica Sepúlveda’. Pero ¿qué tiene de especial esta mujer? Bueno, simplemente que es una mujer carente de toda consideración por el prójimo. Al parecer el afán de ganar el premio final la convierte en un ser absolutamente despreciable que lo único que hace es encargarse de atacar sicológicamente al resto de sus compañeros. En tiempos en que está de moda el bullying, ésta mujer sería la ‘matona’ del curso. Hace un par de capítulos atrás a una participante que sufre de obesidad le dijo que era una morsa, que no era ningún aporte para su grupo, etc., etc.,.  En fin, es una persona que ve a los que la rodean bajo un manto de prejuicio. No se da el tiempo de conocer a las personas. Simplemente dice tal persona es así o asa y ni siquiera toma en cuenta que no ve las cosas como s

Un año de Honda CB 150 Invicta

Mi Honda CB150 Invicta (conocida en otros lugares como Dazzler) ya cumplió más de un año en mi poder y sólo puedo hablar cosas buenas de la moto. A pesar de ser una moto de baja cilindrada (150 cc), puedo transitar a cruceros de 100 km/hr, e incluso a 115 km/hr sostenidos por un tiempo menor. La verdad es que la moto da más velocidad, pero nunca he querido pasarme de revoluciones ni forzar tanto el motor; así que normalmente trato de andar en carretera a no más de 90 o 95 km/hr. En este año que he tenido mi Invicta, no puedo decir que he andado tanto (actualmente sólo tiene un poco más de 3.600 km), pero he realizado viajes que, para la moto que es, creo que se ha comportado bien. Así por ejemplo, en el primer viaje "largo" recorrí 212 km en tres horas (Viaje a Portillo, Los Andes), el segundo viaje ya fue de un día entero por la costa de la quinta y sexta región, y recorrí un poco más de 360 km (pasé por Santo Domingo y llegué a la Central Rapel, en la sexta r

¿Qué pasó con la vieja cámara fotográfica?

Pasó la Teletón y ahora sí que nos encaminamos directamente hacia la navidad. Pensando en la navidad traté de recordar aquellas cosas que uno siempre deseaba. Entre ellas una cámara fotográfica. Recuerdo que mi tía tenia una Kodak Extralite(foto inferior), que era la típica cámara larga que usaba esos rollos alargados en vez de los de 35mm. En mi casa después de unos años que mi tía hubiera comprado esta cámara, mi papá también decidió comprar una. Sin embargo, como ocurría muchas veces, cuando era el evento en que se necesitaba la cámara, ésta no tenía rollos o pilas. Después de unos buenos años y, más o menos, cuando yo tenía unos 16 años mi papá me trajo de Paraguay una cámara Samsung de 35mm(foto de abajo), con flash independiente, selector de luminosidad y autodisparador. Para mí era una maravilla, sin embargo cuando se le ponía un rollo de 36 fotos, éste se quedaba pegado en la foto 24. Ahí entendí el por qué la espectacular cámara Samsung traída del Paraguay no venía en caja, ni