Juguetes ¿Eran una proyección de lo que queríamos ser cuando grandes?

Hace tiempo que no posteo nada nuevo. Y es que he estado estudiando para el bendito examen y me he alejado un poco del computador. Además no sentía muchas ganas de escribir.

El tema del cual escribo hoy tiene su inspiración en un seudo documental que se me ha ocurrido hacer y que trata de nuestros primeros juguetes. De aquellos juguetes que siempre quisimos y nunca pudimos tener o de aquellos que tuvimos y que no soltábamos ni siquiera para ir al baño. También, y ahí parte la idea fundamental del documental, es cuál fue nuestro primer juguete. Casi nadie se acuerda de su primer juguete, pero cuando haces esta pregunta (¿Cuál fue tu primer juguete?), la gente se suelta y te empieza a contar su historia con los juguetes.

Pensando en esto he llegado a una “casi conclusión”. Nuestros juguetes de niños eran una proyección de lo que queríamos hacer cuando grandes o cómo queríamos ser cuando grandes. Por ejemplo, cuando yo era niño, recuerdo que el primer juguete más querido por mí era un Superman que cuando le apretabas las piernas movía los brazos. Incluso recuerdo que esa figurita venía con un comic miniatura del hombre de acero.
Recuerdo también, otra anécdota, y ésta tiene que ver con He-Man. Cuando era pequeño, fui con mi mamá y mi tía a Santiago. Ellas siempre han sido buenas para mirar ropa y se fueron a ese departamento. Yo me separé de ellas y me fui a los juguetes. En esa sección de Falabella –hace más de veintitantos años- había montones de He-Mans y yo, inocentemente, tomé uno, lo saqué de la caja y me puse a jugar ahí mismo. El resultado de esto fue que mi mamá me tuvo que comprar el He-Man sí o sí, y hasta ahora lo conservo junto con otros juguetes como Roboto (de la serie de He-Man), Acerino y su halcón (de los halcones galácticos) y un Leono que se le enchufaba una pila por detrás y encendía los ojos además de que tenía una palanca atrás que la movías y se movía el brazo derecho, hoy eso no funciona pero igual lo conservo con mucho cariño y nostalgia.
Bueno volviendo al tema. Esos juguetes de esos super héroes representaban ciertos valores que uno admirada –y que yo personalmente admiro- como la valentía, el honor, el ser honesto, el ayudar sin esperar recompensa, etc. Hasta hoy creo en esos valores y pienso que cuando niño veía en esos personajes los valores que las personas debían tener. Nótese bien “debían tener”. Era una época de inocencia que, aunque se quiera negar, hoy la gran mayoría sigue teniendo (o si no vean a la gente que fue engañada con los quesitos).
También recuerdo que me gustaba hacer autos de carrera con cajas. Me explico: cuando yo era niño los papás de uno pedían en los supermercados que les entregaran las cosas en cajas y, a esas cajas, yo le dibujaba velocímetro, relojes, por ahí conseguía lago parecido a un manubrio y resultaba, cumplía el rol de auto. También recuerdo que unos amigos hicieron la mochila de los cazafantasmas con cajas de cartón, cordeles y pedazos de cartón y ahí fue el copión y se hizo una también.
Así como yo hacía eso, otras personas, históricamente, han preferido los soldaditos –que me encantaban- porque querían ser militares, otros preferían los carros de bomberos porque eso querían ser. Quizás para esos niños los soldaditos y los carros de bomberos representaban imágenes – inconscientemente valores- que se esperan de los militares y bomberos y que los niños estimaban como buenas o dignas de imitar.

Ya, me dio lata seguir escribiendo. Continúa tú con tus comentarios.

P.D.: Disculpen que haya repetido las mismas palabras tantas veces. Es que sufro una crisis de vocabulario.

Comentarios

  1. yo tenia cero he-man, transformers, etc.
    si tenia hartos autitos
    ni idea lo q eso significará
    saludos

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Un año de Honda CB 150 Invicta

¿Qué pasó con la vieja cámara fotográfica?

Escuchen a Sibelius