El Quijote: El ingenioso hijo de alguien.
Capítulo 1:
Que trata del origen y las extrañas circunstancias que motivaron las aventuras de El Quijote.
Cuenta la historia, que no hace mucho existió - y hay rumores de que aún existe – en Chile un extraño héroe que se hacía llamar “El Quijote”, en honor al personaje de Miguel De Cervantes “Don Quijote De La Mancha”. En verdad, querido y respetado lector, no es la historia la que cuente acerca de la existencia del Quijote, sino más bien son los rumores que abundan y, que por ser rumores, no tienen por qué ser menos ciertos.
Dicen aquellos comentarios de origen popular que el nombre de “El Quijote” era Jorge Carrasco Carrasco, tenía alrededor de 28 años de edad y era ingeniero civil en informática, pero lamentablemente y extrañamente se encontraba cesante, situación bastante rara en un país tan rico y próspero como Chile. Al tiempo de acontecer los extraños sucesos que motivaron las aventuras del Quijote, él se encontraba en una profunda depresión, producto de encontrarse sin empleo y más aún con una incipiente obesidad que, según él, no podía controlar. Jorge Carrasco Carrasco fue parte de una generación de niños que presenciaron todo el fenómeno de Superman, Batman, Spiderman y un sin fin de otros héroes, que en los años ochenta salían de hasta debajo de las piedras. Poseía colecciones completas con las historias de sus súper héroes favoritos y, cuando niño, muchas veces creía que podía tener los mismos poderes que sus personajes con sólo tener fe en ello. Mientras estudiaba su carrera – y este dato demuestra lo actual de esta leyenda -, se hizo adicto a estos juegos de cartas en que cada jugador representa uno o varios personajes que tienen poderes y se enfrascan en batallas de fantasía.
Bueno, amable y paciente lector, no os entretengo más con detalles que en este momento son sin importancia y que en el devenir de este relato irán aflorando.
Como contaba anteriormente, dicen los rumores que este joven, que se encontraba en una profunda depresión por las razones ya explicadas anteriormente, despertó un día y dijo a su madre – que fue madre y padre a la vez -:
Madre, ya no puedo más estar aquí encerrado mirando como el mundo se destruye en una lucha fratricida en que los hombres pelean unos contra otros y al final nadie gana, sino más bien, todos pierden. Es tiempo de que alguien diga basta y, ese alguien, he de ser yo.
Su madre al escuchar esto quedó perpleja, ya que era muy interesante y juicioso lo que él decía, pero pensaba ¿no se estará volviendo loco? ¿Cómo él va a detener una lucha que nunca nadie ha podido detener? Ella pensaba, a esas alturas de su vida, que la violencia era parte de la naturaleza humana. Después de estas rápidas divagaciones, la señora Juanita, preguntó a su hijo:
¿Qué estás pensando? ¿No entiendo lo que quieres decirme con eso?
Madre, simplemente os digo que si el Estado no hace nada por los pobres, los marginados, los desvalidos, los huérfanos y las viudas; seré yo quien los ayude a salir del desamparo en que se encuentran.
Al oír esto, la señora Juanita pensó: En realidad, parece que mi pobre hijo se volvió loco. Sin embargo, no le dio mayor importancia porque creía que eso era sólo una forma de pasar el momento, ya que había estado tanto tiempo cesante.
Se dice que, después de acontecer estos sucesos, “El Quijote” tomó una vieja bicicleta de paseo que había en su casa y la convirtió en el vehículo que lo llevaría a enfrentarse con zombies, resolver entuertos y devolver el honor a quien lo había perdido; además se consiguió un viejo casco de moto, el cual le quedaba estrecho y se armó con dos cortaplumas, un machete que amarró a su correa y un bate de madera que metió en la mochila que usaba en sus tiempos de estudiante de colegio. Es interesante, como dato curioso, decir que el contenido de la mochila era el bate que había comprado en la feria, cinco metros de una delgada cuerda, una botella de bebida llena con agua y, lo más absurdo de todo era que, este héroe tenía estampado al Pato Donald en su mochila. Con todo este equipamiento nuestro héroe enfrentó la misteriosa y sin igual aventura que a continuación se cuenta.
Que trata del origen y las extrañas circunstancias que motivaron las aventuras de El Quijote.
Cuenta la historia, que no hace mucho existió - y hay rumores de que aún existe – en Chile un extraño héroe que se hacía llamar “El Quijote”, en honor al personaje de Miguel De Cervantes “Don Quijote De La Mancha”. En verdad, querido y respetado lector, no es la historia la que cuente acerca de la existencia del Quijote, sino más bien son los rumores que abundan y, que por ser rumores, no tienen por qué ser menos ciertos.
Dicen aquellos comentarios de origen popular que el nombre de “El Quijote” era Jorge Carrasco Carrasco, tenía alrededor de 28 años de edad y era ingeniero civil en informática, pero lamentablemente y extrañamente se encontraba cesante, situación bastante rara en un país tan rico y próspero como Chile. Al tiempo de acontecer los extraños sucesos que motivaron las aventuras del Quijote, él se encontraba en una profunda depresión, producto de encontrarse sin empleo y más aún con una incipiente obesidad que, según él, no podía controlar. Jorge Carrasco Carrasco fue parte de una generación de niños que presenciaron todo el fenómeno de Superman, Batman, Spiderman y un sin fin de otros héroes, que en los años ochenta salían de hasta debajo de las piedras. Poseía colecciones completas con las historias de sus súper héroes favoritos y, cuando niño, muchas veces creía que podía tener los mismos poderes que sus personajes con sólo tener fe en ello. Mientras estudiaba su carrera – y este dato demuestra lo actual de esta leyenda -, se hizo adicto a estos juegos de cartas en que cada jugador representa uno o varios personajes que tienen poderes y se enfrascan en batallas de fantasía.
Bueno, amable y paciente lector, no os entretengo más con detalles que en este momento son sin importancia y que en el devenir de este relato irán aflorando.
Como contaba anteriormente, dicen los rumores que este joven, que se encontraba en una profunda depresión por las razones ya explicadas anteriormente, despertó un día y dijo a su madre – que fue madre y padre a la vez -:
Madre, ya no puedo más estar aquí encerrado mirando como el mundo se destruye en una lucha fratricida en que los hombres pelean unos contra otros y al final nadie gana, sino más bien, todos pierden. Es tiempo de que alguien diga basta y, ese alguien, he de ser yo.
Su madre al escuchar esto quedó perpleja, ya que era muy interesante y juicioso lo que él decía, pero pensaba ¿no se estará volviendo loco? ¿Cómo él va a detener una lucha que nunca nadie ha podido detener? Ella pensaba, a esas alturas de su vida, que la violencia era parte de la naturaleza humana. Después de estas rápidas divagaciones, la señora Juanita, preguntó a su hijo:
¿Qué estás pensando? ¿No entiendo lo que quieres decirme con eso?
Madre, simplemente os digo que si el Estado no hace nada por los pobres, los marginados, los desvalidos, los huérfanos y las viudas; seré yo quien los ayude a salir del desamparo en que se encuentran.
Al oír esto, la señora Juanita pensó: En realidad, parece que mi pobre hijo se volvió loco. Sin embargo, no le dio mayor importancia porque creía que eso era sólo una forma de pasar el momento, ya que había estado tanto tiempo cesante.
Se dice que, después de acontecer estos sucesos, “El Quijote” tomó una vieja bicicleta de paseo que había en su casa y la convirtió en el vehículo que lo llevaría a enfrentarse con zombies, resolver entuertos y devolver el honor a quien lo había perdido; además se consiguió un viejo casco de moto, el cual le quedaba estrecho y se armó con dos cortaplumas, un machete que amarró a su correa y un bate de madera que metió en la mochila que usaba en sus tiempos de estudiante de colegio. Es interesante, como dato curioso, decir que el contenido de la mochila era el bate que había comprado en la feria, cinco metros de una delgada cuerda, una botella de bebida llena con agua y, lo más absurdo de todo era que, este héroe tenía estampado al Pato Donald en su mochila. Con todo este equipamiento nuestro héroe enfrentó la misteriosa y sin igual aventura que a continuación se cuenta.
tu posteo m recuerda a lo q puse alguna vez en mi blog sobre el gordo.
ResponderBorrarCreo que siempre esta bien interesarse en ayudar a los demas. El problema radica creo yo, tal com panchuko apunta, que siempre la bondad al projimo tiene siempre como primer obstaculo el pleno desarrollo propio. No me imagino que el quijote que tu citas corra en auxilio de los demas cuando el mismo pueda ser primeramente objeto de auxilio.
Saluditz...
obvio es un poco como todo los super héroes. mira spiderman
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