Vivir de las letras ¿Se puede?

Hace un rato estaba viendo un programa de TVE (Televisión Española) en que mostraban el caso de una publicista que se ha dedicado a escribir para ganarse la vida, y señalaba que la gente le decía: "Bueno, escribes. ¿Y qué más haces para ganarte la vida?". Además, en el famoso GC decían que 8 de cada 10 mujeres en España está generando un emprendimiento.

Luego, cambio de canal y me encuentro con un reportaje sobre Ángeles Mastretta y cómo empezó a ganarse la vida escribiendo en periódicos y revistas.

Bueno, ¿puede uno ganarse la vida con las letras? Creo que todos, o muchos de los que tenemos un blog empezamos con la inspiración de comunicar. Comunicar "algo", muchas veces sin saber en qué consistía o consiste ese algo. Pero, comunicar al fin. En mi historia por el blog he criticado al gobierno de turno, he escrito cuentos (que quedaron en algún blog pasado), he subido fotos que a nadie le importan, he hablado de computación, de derecho, he contado chistes, me he quejado de mi vida, he subido vídeos de Youtube, etc. En conclusión, he escrito. Pero, no obstante lo anterior, no he ganado dinero a través del blog. No podría decir que un blog, en mi caso, da para ganarse la vida.

Si bien hace un año y medio tuve la posibilidad de publicar un libro (sobre Derecho), tampoco puedo decir que con él me he ganado la vida; no obstante que he ganado algo de dinero, pero una cantidad casi simbólica.

Quizás, a pesar de todo lo anterior, sí es posible ganarse la vida escribiendo. Pero para ello es necesario encontrar formas creativas de usar el lenguaje, no sé si comerciales; pero sí, al menos, creativas.

En esa búsqueda de encontrar ese "algo" que remunere con un extra a lo que se gana en la vida laboral "normal" creo que están muchos. En mi caso me di por vencido y creo que si le dedico algún tiempo a esto es sólo porque me gusta. Sin embargo, también pienso - cada vez con más recurrencia -, en encontrar ese emprendimiento que nos permita ser laboralmente libres. Un emprendimiento que nos permita vivir bien y que, por sobretodo, nos haga felices (o al menos nos permita trabajar como queramos).