La batalla de los navegadores: Firefox, Opera, Chrome

Este post no tiene ni benchmark, ni nada extraño. Simplemente es la experiencia de un usuario común.

Hace unos días me decidí a probar Chrome de Google. Como dicen todos es bastante rápido. Sin embargo, no podría decir que sea más rápido que Opera en su versión 9.64, además no me gustó el sistema de descargas y tampoco me gustó que no desplegara todos los elementos de las páginas web que visité, por ejemplo, no me dejó ver algunos elementos de mi propio blog. 
Por último, está demás decir que es demasiado básico. Si bien Google tiene por política generar productos que funcionen en forma simple, muchos usuarios ya estamos acostumbrados a exigirle algunas herramientas extra al navegador que utilizamos.

En cuanto a Opera. Bueno, es el navegador que vengo utilizando hace años. Es rápido, liviano, trae multitud de cosas interesantes (correo, descarga de Torrents, lector de RSS, etc.). Definitivamente – y en esto soy absolutamente subjetivo -, es un excelente navegador. No obstante ello, también tiene su pero: No es compatible con todos los sitios web, o mejor dicho: No todos los sitios web cumplen ciertos estándares como para que puedan ser bien visualizados y utilizados en Opera. Incluso, en el último tiempo, he tenido algunos problemas con la página de Softonic.com, lo que me ha parecido bastante extraño.

He dejado para el último a Firefox: ‘el consentido por el público’. Es un buen navegador, lo he probado. Sin embargo, comparándolo con Opera, no es tan rápido, es demasiado pesado, no trae por defecto tantas cosas como Opera (sin perjuicio que se le puedan agregar posteriormente a través de complementos) y por último, a veces, se como la RAM como loco. Sin embargo, y he aquí lo bueno: es compatible con la mayoría de las páginas web, trae por defecto las herramientas suficientes para navegar por la web sin extrañar nada y el sistema de descargas es de mi agrado.

En conclusión y a pesar de ser un Opera fanboy, debo decir que Firefox sigue ganando la competencia. Como dicen por ahí, no gana la carrera el que tiene el auto más rápido o más equipado, sino aquel que tiene un mejor piloto.