El Quijote: El ingenioso hijo de alguien (Capítulo 2).

Capítulo 2:
Que trata de la aventura que vivió El Quijote con los Zombies.

Iba nuestro héroe montado en una moto Yamaha de 100 centímetros cúbicos que le había prestado un amigo para que cortejara a la hermosa Jaqueline, la joven más deseada de todo el barrio y sus alrededores, cuando de repente en la intersección de una calle, justo al detenerse ante la luz roja de un semáforo, se encontró con dos zombies cobrando peaje. Uno de ellos vestía a la usanza hip hopera, otro de ellos vestía de jeans y un chaleco color café. Ambos seres de extraña apariencia se acercaron a él. El más pequeño, que era el hip hopero le dijo: “Paga el peaje hue... o si no te vamo’ a sacar la creh’ta conche...”. Frente a tal provocación nuestro héroe no pudo menos que contrarrestar aquella grosera motivación de los zombies con las siguientes palabras: “Que te crees vil zombie, que porque andas con esa bolsa de neopren vienes a amedrentarme. Supongo que no sabes quién soy”. A lo cual el zombie, le respondió: “Así que tai’ graciocito conche..., anda mejor bajándote de la moto si no querí’ que aquí con mi socio te rajemo’ el paño”.
- No me amedrentaré con vuestras amenazas desgraciados. – Les dijo el Quijote.
- Mira Enzo – le dijo uno de los zombies al otro -, además de hue... este gil es marac...
- Ja, ja, ja – rió el otro - , mira el pastelito que nos fue a tocar.
- Ya, bájate no más, no hue... más. Hazla facilita, si no querí salir herio’ – Le dijo al Quijote el zombie llamado Enzo.
Nuestro héroe pensó para sus adentros: “ Tengo dos alternativas ¿Peleo o no Peleo? Peleo – se respondió. En seguida, sacó sus dos cortaplumas; lo cual provocó las carcajadas de los -zombies que lo atacaban.
- Mira Enzo – dijo el otro zombie llamado Claudio -, éste además de colipato es muy re hueó... . Piensa que con dos cortaplumas tohas ratona’ nos va a venir a asustar.
Ante estos dichos de aquellos crueles villanos, nuestro héroe sacó pecho y les dijo: “Así que no se intimidan con esto. Entonces, sacaré mi arma mortal. Pero les advierto que es mejor que huyan, ya que van a salir gravemente heridos”.
- ¿A ver? ¿Tiene un arma secreta? – Preguntaron los dos villanos al unísono con tono burlón - . Sácala entonces poh hueó...
Frente a tal provocación nuestro héroe sacó el bate que llevaba en su mochila.
- A ver si ahora si tienen valor de enfrentarse a mí – dijo Jorge.
- Mira Enzo, porque anda con un palo todo rasca cree que va a venir a asustarnos. ¿Por qué no le enseñamos quién manda? – dijo el malhechor llamado Claudio.
Mientras el zombie llamado Claudio decía esto, su amigo Enzo se acercaba al Quijote con nefastas intenciones. Para qué contar la paliza que se llevó nuestro héroe. Recibió miles de golpes y patadas que lo dejaron inconsciente en el suelo.
Al final, nuestro paladín despertó y se dio cuenta que la moto que le había prestado su amigo ya no estaba. Se levantó, constató sus lesiones y se dijo: “ Malditos villanos, me han sustraído el medio de transporte que me había facilitado mi amigo. Esto me motiva aún más a luchar contra el mal”.

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