HHF: Esquizofrenia

Se dice que “la esquizofrenia es la denominación a una de las enfermedades más graves y dramáticas que puede padecer el hombre: la locura.
Ser loco significa: percibir, leer, entender, sentir el mundo y su realidad de manera particular y diferente. Es la dislocación de los instrumentos mentales con los cuales operamos en la realidad.
Como experiencia es única, pero el precio es la soledad. Las alucinaciones de los sentidos que congelan el alma y las interpretaciones delirantes del entorno confunden y angustian. No hay alma gemela donde cobijarse. Es deambular solo en medio de las tinieblas.
La esquizofrenia es la mayor de las representantes de la locura. Es el desvarío mismo de la existencia...”

Dr. Eduardo Durán. Arte y Sicopatología, Premio Fondart 1997.

La reseña recién transcrita de la esquizofrenia tiene su fundamento en lo que quiero contar. Hace unos meses, llegó una señora a la CAJ que según mi abogado guía era esquizofrenica y había que hacerle una escrito de denuncia de violencia intra familiar, ya que según ella: “le pegaban en su casa”. En ese momento la señora no traía cédula de identidad porque, según ella, una sobrina se la había retenido; por otra parte, cuando le pregunté su edad no la sabía. Le tuve que preguntar: ¿Tendrá como sesenta años? A lo cual la señora me dijo: “Sí”, pero un “sí” que más que una afirmación era como sacarse el problema de no saber su edad.
Bueno. Hice el escrito acompañé a la señora al tribunal de familia – aunque mi abogado guía me había dicho que la dejáramos como que ella sola presentaba el escrito. Nosotros sólo lo hacíamos-; en el tribunal de familia las niñas(señoritas) que habían en esa época (mis felicitaciones a la señorita Kathy, Carolina y Alicia) se movieron harto para que la señora pudiera presentar su denuncia sin la cédula de identidad y además para que ese mismo día el tribunal dictara una medida de protección en favor de la señora.
Sin embargo, las cosas no fueron tan bien como se habría esperado. El tribunal antes de adoptar una medida, decidió citar a la familia- supuestamente agresora- y a la señora a consejo técnico(profesionales especializados en determinadas áreas, por ejemplo: sicólogos, asistentes sociales, etc.) para conocer mejor del asunto. Al final y para resumir un poco no se dio ninguna medida de protección a la señora, ya que se descubrió que la señora era esquizofrenica y eso le resto credibilidad a la hora de tomar en cuenta los golpes que mostraba – y que yo vi-.
Después de pasados unos dos meses se realizó la audiencia preparatoria y todo quedó en nada. Aunque no por eso fue aburrido, claro que no. El día que la señora esquizofrenica tuvo la audiencia, yo estaba en el mesón presentando unos escritos cuando veo que de una sala sale una señora delgada, de baja estatura, de unos muy mal llevados 60 años agrediendo a uno de los guardias, y como dijo mi abogado guía que también estaba ahí, pegándole un “apercat” (¿upercat?, no sé cómo se escribe) al hermano. Mi abogado guía esbozando una sonrisa, me dijo: ahí está tu patrocinada.
En conclusión, a la señora la van a mandar al centro mental de Putaendo, donde ya había estado con anterioridad.
Hace pocos días atrás la señora vino a verme y lo único que pude decirle es que se apoyara en los miembros de la Iglesia Evangélica en que participa, pero ella me dijo que “ellos no se quieren meter”. Como consuelo para la señora, le señalé que, por lo menos, este paso por tribunales, le iba a servir a sus familiares para que la trataran con más cuidado, además de indicarle que tratara de participar más en su Iglesia. A fin de cuentas, puras cosas que no le sirven realmente. Quizás la única solución para esa señora es ir a un centro psiquiátrico o tener un buen tratamiento médico, que al parecer, el sistema de salud no le da. Respecto a esta último ¿Acaso hasta para ser loco en “forma digna” y no andar botado en la calle hay que tener plata? ¿Qué pena sería que eso fuera verdad? ¿Adónde estaría el supuesto desarrollo de nuestro país?